EN LO corrido a mayo de 2025, el recaudo por impuestos saludables alcanzó $1,6 billones (1,3% del recaudo total), representando un aumento de 23% frente a la cifra recaudada en el mismo periodo un año atrás.
De acuerdo con un informe de ANIF, si bien las empresas los incorporaron en los precios a partir de noviembre de 2023, cuando entraban en vigor, no fue sino hasta enero de 2024 que se pagaron esos impuestos a la DIAN. Así, el recaudo de estos impuestos comenzó a registrarse a partir de enero de 2024.
Según el análisis, en 2024, por concepto de impuestos saludables se recaudaron $2,9 billones, equivalentes al 1,1% del recaudo total del año. Del total recaudado hasta mayo de este año, $288.000 millones fueron por las bebidas azucaradas y $1,3 billones por los alimentos ultraprocesados. Esto significa que hasta mayo de 2025 estos impuestos aportaron cerca del 1,3% del recaudo total ($127 billones).
Frente al mismo periodo del año anterior, esto representó un crecimiento del 24,9% ($319.000 millones) en el recaudo por impuestos saludables.
De acuerdo con la investigación, en Colombia, el 56,5% de la población adulta entre 18 y 64 años sufre de sobrepeso u obesidad, según cifras de la Encuesta de Seguridad Nutricional (Ensin). A su vez, se ha evidenciado un alto consumo de bebidas azucaradas, frituras, productos de paquete y golosinas entre niños, niñas y adolescentes, con prevalencias superiores al 80% en la mayoría de estos grupos.
Los impuestos
Ante este problema silencioso de salud, el país implementó en 2023 los impuestos saludables a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados o con alto contenido de azúcares añadidos, sodio o grasas saturadas.
Esta medida, respaldada por la Organización Mundial de la Salud, fue establecida en Colombia mediante el artículo 54 de la Ley 2277 de 2022, en el marco de la Reforma Tributaria para la Igualdad y la Justicia Social. Su objetivo fue gravar las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados para desincentivar su consumo y combatir enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la obesidad y los problemas cardiovasculares.
Desde su implementación se establecieron tarifas progresivas para los productos gravados, que aumentaron gradualmente hasta alcanzar su plena aplicación en 2025.
Para el impuesto a las bebidas azucaradas, que grava productos como los jugos de fruta (incluido el agua de coco), el té, el agua saborizada y las gaseosas, las tarifas quedaron hasta este año. A partir del año 2026, el valor de las tarifas se ajustará cada 1° de enero en el mismo porcentaje en que se incremente la Unidad de Valor Tributario (UVT). Este incremento en la UVT la determina la DIAN.
El consumo
En cuanto al impuesto a los alimentos ultraprocesados, se gravan productos que tengan entre sus ingredientes azúcares añadidos, sodio o grasas saturadas. La tarifa de este impuesto fue del 10% en el año 2023, del 15% en el año 2024 y del 20% a partir del año 2025. Algunos productos que quedaron gravados con este impuesto a los alimentos ultraprocesados fueron alimentos fritos de paquete, chocolate, mezclas para productos de panadería, pastelería y galletería, frutas confitadas con azúcar, mermeladas, salsas preparadas y helados.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) del DANE de 2024, aproximadamente 21 millones de colombianos consumieron alimentos de paquete al menos una vez por semana. El consumo de bebidas azucaradas fue aún más alto, con cerca de 28 millones de personas que reportaron ingerirlas al menos una vez a la semana. Estas cifras representan el 41% y 54% de la población del país, respectivamente, evidenciando que no es menor la cantidad de personas que consume este tipo de productos.
Por grupo de edad se observan patrones heterogéneos en el cambio de la frecuencia de consumo de bebidas azucaradas después de la introducción del impuesto. Los jóvenes entre los 12 y 28 años reportaron una reducción en el consumo diario de estas bebidas. Mientras en 2022 el 24,6% de ellos consumía diariamente estos productos, la proporción descendió a 22,6% en 2024.
Entre tanto, el consumo ocasional (una vez o menos a la semana) aumentó de 31,1% a 34,0% de los jóvenes. Para el grupo de 29 a 44 años, la disminución del consumo diario fue más pronunciada, cayendo de 24,9% a 19,2% del total, con un aumento en el consumo esporádico (dos o tres veces a la semana) al pasar de 12,4% a 31,5%. En los adultos de 45 años o más se encontró que el consumo diario disminuyó de 18,3% a 17,7%.
Fuente: Elnuevosiglo.com.co