Este martes 1 de julio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró una importante victoria con la aprobación, por estrecho margen en el Senado, del megaproyecto de ley de presupuestos, que incluye fondos para su política migratoria, exenciones fiscales y recortes a la cobertura médica, entre otros.
Uno de los puntos que más impacto tendría sobre las familias colombianas tiene que ver con el impuesto a remesas, que si bien se redujo significativamente frente al texto inicial, al pasar del 5% al 1%, aún su efecto golpearía el bolsillo de los hogares de migrantes que trabajan en EE. UU.
Según lo aprobado hasta ahora, el texto del Senado supone un gran alivio para los migrantes al rebajar al 1% el impuesto a las remesas.
En mayo los congresistas de la Cámara de Representantes lo habían fijado en 3,5%, un porcentaje alto, aunque inferior al 5% previsto en la versión inicial del proyecto de ley.
“Se impone a cualquier transferencia de remesas un impuesto equivalente al 1% del importe” pero solo a los pagos en efectivo e “instrumentos similares”, como cheques de caja, se lee en el texto.
Quedan exentos los pagos realizados desde una cuenta bancaria en Estados Unidos o con una tarjeta de crédito o débito emitida en el país. De convertirse en ley el megaproyecto, El impuesto se aplicaría a las transferencias realizadas a partir del 31 de diciembre de 2025.
Frente a la aprobación en el Senado estadounidense, la presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, dijo que urge proteger a las familias colombianas que reciben las remesas por medio de relaciones bilaterales estables, políticas migratorias y financieras efectivas.
Y es que para Lacouture, “las remesas desde EE. UU. son el salvavidas económico de millones de hogares colombianos”.
Según cifras del Banco de la República, solo en el primer trimestre de 2025 estas transferencias sumaron US$1.599 millones y representaron el 51% del total de remesas a Colombia.
Para Amcham Colombia, el 80% se usa para gastos diarios de los hogares.
Fuente: portafolio.co