LA ESTRATEGIA que presentó el gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), para retornar al cumplimiento de la regla fiscal, con una reducción del gasto tributario y un aumento del recaudo por un monto estimado entre $19,6 y $25,4 billones, es en verdad una mayor carga impositiva que surge de la reforma tributaria que se plantea.
ANIF en un detenido análisis, considera que “lo que el Gobierno propone es un aumento significativo en la carga tributaria”.
Sostiene el análisis que los gastos tributarios se definen como la pérdida de ingresos fiscales ocasionada por exenciones, deducciones, tarifas deducidas y aplazamientos que hay dentro del sistema tributario. Un bien básico exento del IVA implica un gasto tributario en la medida que no está gravado a la tarifa general del 19%.
Según los expertos, Colombia ha hecho un uso excesivo y sistemático del gasto tributario, el cual repercute en una disminución en el recaudo tributario.
¿Dónde está el gasto?
De acuerdo con el Mfmp de 2024 y 2025, el costo fiscal de los gastos tributarios para impuesto de renta e IVA fue mínimo de $102,2 billones en 2021 (8,8% del PIB), $129,1 billones en 2022 (8,8% del PIB) y $135,4 billones en 2023 (8,5% del PIB).
La reducción de 0,2% del PIB en el gasto tributario de 2023 respecto al de 2022 respondió a una reducción de 0,6% en el costo fiscal de los beneficios tributarios del impuesto de renta, pasando de 3,5% del PIB en 2022 ($51,7 billones) a 3,0% en 2023 ($46,9 billones).
En particular, esto se dio por menores descuentos y sobretasas tributarios para las personas jurídicas. En cuanto al costo fiscal de esos mismos beneficios tributarios para personas naturales, este se mantuvo estable en 1,6% del PIB, a pesar de que en términos nominales aumentó debido a menores ingresos tributarios percibidos por las rentas exentas.
En contraste, el gasto tributario del IVA aumentó 0,3% del PIB, pasando de 5,3% del PIB ($77,3 billones) en 2022 a 5,6% en 2023 ($88,5 billones).
Esto estuvo explicado principalmente por un aumento en el costo fiscal de los bienes y servicios excluidos de IVA, seguido por el comportamiento del gasto tributario negativo de la no deducibilidad del IVA en bienes de inversión. Cabe destacar que, de acuerdo con el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), en 2019 el gasto tributario en IVA de Colombia fue el más elevado de América Latina.
Además de esto, también hay un gasto tributario en los galones exentos del impuesto a la gasolina y ACPM, así como en los metros cúbicos o galones no gravados con el impuesto nacional al carbono. Respecto al primero, el costo fiscal ascendió a los $417.000 millones en 2024 (0,02% del PIB), registrando un crecimiento nominal de 7,9% frente al año gravable 2023.
De manera desagregada, el costo fiscal del ACPM aumentó 23,4% hasta $209.200 millones, mientras que el costo fiscal de la gasolina corriente disminuyó 4,3% hasta $207.200 millones.
En cuanto al costo fiscal del gasto tributario del impuesto al carbono, este aumentó $135.000 millones en 2024 frente a 2023, alcanzando los $452.000 millones en el año gravable 2024 (0,03% del PIB). El 85% de este costo fiscal se debe a los ingresos que deja de percibir la nación por los combustibles fósiles certificados como carbono neutro.
Nueva tributaria
Lo primero que vale la pena advertir es que el Gobierno ha proyectado ingresos fiscales adicionales de $19,6 billones para 2026, los cuales dependen de la aprobación de una nueva reforma tributaria. Esta cifra podría resultar creíble si se propusiera una reforma orientada a reducir el gasto tributario. Sin embargo, todo indica −y así lo sugiere el propio documento del Marco Fiscal de Mediano Plazo− que la reforma incluiría medidas con bajo potencial de recaudo, como los impuestos a las iglesias, un mayor ingreso por impuesto al carbono, IVA sobre juegos de azar, y tributos relacionados con la contaminación, como los aplicables a los vapeadores.
Aunque aún no se conocen propuestas concretas, preocupa que la reforma que se presentaría en la próxima legislatura esté muy lejos de alcanzar la meta de recaudo adicional de $19,6 billones, necesaria para cumplir con el déficit proyectado de 6,2% del PIB. En este contexto, es probable que el déficit de 2026 termine siendo similar al de este año, cercano al 7,1% del PIB.
Fuente: Elnuevosiglo.com.co